jueves, 1 de abril de 2010

Una bestia en el super

Llego la semana santa y esta vez me anime a hacer el mercado y no encontré mejor opción que ir al metro de la av. Alfonso Ugarte para llenar la despensa del hogar (cada vez que mandaba a comprar a la madre de mi hijo, mi bolsillo terminaba herido) fue así que quise comprobar por mi mismo que yo si seria más económico, y no gastaría la plata en tonterías.

Así que al día siguiente me levante temprano y le dije a mi hijo que se aliste que hoy nosotros mandábamos y que haríamos el mercado, ¿WHAT? respondió totalmente sorprendido y es que valgan verdades, yo no iba al mercado en años y menos a Metro, así que le dije q no se sorprendiera que yo también sabía que comprar así que mirando al cielo me siguió con total resignación, me pregunto qué avara pensado. Así que animado empecé a ver que faltaba en casa e hice mi lista, agarre las llaves del carro y salimos rumbo a Metro.

Al llegar mi hijo cogió el carrito y le enseñe como me divertía cuando iba a estas tiendas con mi madre, así que cogí el carrito y como si fuera un scooter entre a toda velocidad, realmente casi me llevo de encuentro a una señora que salió de la nada pero en fin estuvo bueno, ahora mi primer destino era, fue en ese momento que olvide el papel de lo que tenía que comprar en la mesa de la sala, pero no me preocupaba por que algo me acordaba, así que fuimos rumbo a los artículos de limpieza.

Realmente nunca me sentí tan mareado como esa vez, primero quise comprar un jabón, y habían 100 marcas, caramba que dilema, así que compre un 3 neko para mi hijo y 3 de tocador para mi, luego fui por el shampoo y otro dilema, opte por una oferta que decía rizos definidos de no sé que marca, y de allí a los detergentes, acá si hice un alto, mire ese maldito estante de izquierda a derecha y no sabía que comprar, me dijeron Ace, pero no me indicaron que tipo o modelo, por que habían con iones, con olores, con blanqueador , etc. Qué horror que manera de complicar la existencia, así que opte por uno de precio medio y de tamaño grande como para que no falte por bien tiempo.

Luego mi hijo quiso que compre gaseosa y como soy muy ahorrador compre una oferta de 4 botellas de 3 litros creo, me siguió guiando por los diferentes mostradores y llegue a la sección carnes, acá si no me pude y compre 3 bolas de carne molida, cuando me lo entregaron tenía un ticket con un precio, me pareció poca así que aumente dos bolas mas, seguí mi camino a los embutidos y lleve, quesos, jamón del país e ingles , hot dogs, un par de chorizos parrilleros que probé y que estaban buenazos (la que me dio a degustar estaba buenaza también y pude sacarle su correo).

Pensé que ya tenía todo hasta que llegue al paraíso de todo buen metalero y macho respetable, la sección licores, que era mi favorita en mi época juvenil, dos señoritas muy agraciadas se disputaron por darme de probar su licor, así que gustoso acepte, total es gratis, y paso lo inevitable termine llevando los dos licores de ofrecían aparte de un vodka y un pisco. No sé si esto era de primera necesidad en mi casa pero de que yo los consideraba necesarios, pues sí.

Así que Salí de allí rumbo a la caja registradora, contento y con la consigna de no comprar nada mas, hice mi cola como todo buen ciudadano civilizado y pague en efectivo, la cuenta sobrepaso los 200 soles, mierdaaaaaaa dije tanto, no puede ser, y sin chistar pague y me retire rumbo a mi carro, cuando llegue a mi hogar y baje con las bolsas me dijeron caramba por fin fuiste al mercado, debes haber traído como para la semana( si supieran que casi la mitad era licor ) si le dije, así que mi señora saco una lista de un recibo de pago anterior al mío, era tan largo que de verlo asumí que era más costoso que el mío, pero grande fue la sorpresa que dicho recibo valía la mitad.

Desde ese entonces estoy prohibido de ir solo a comprar a estos supermercados y mucho menos acercarme a la sección licores, jaja, siempre me acompañan cuando quiero probar algo, y creo que es mejor, ya que yo le resulto más dañino a mi bolsillo que mi propia familia, chesss que dilema, pero por fin, me di cuenta que hay que dejar que cada uno haga lo que sabe, definitivamente yo para las compras en el súper soy una bestia.

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