jueves, 1 de abril de 2010

Adolescencia: La eterna lucha entre padres e hijos

Hablar de adolecentes hoy en día, es quizás para muchos padres de familia muy complicado, ya que justo entre los 12 y 16 años de edad la situación en los hogares es realmente difícil, la mayor parte de problemas se presentan en aquellos hogares donde el adolecente es de sexo femenino, ya que como todos sabemos son justamente ellas las que se desarrollan mas rápidamente tanto en lo sexual como en lo intelectual. En estas edades sobresale el llamado lema, ya muy usado por muchos: “NADIE ME COMPRENDE” esto debido a que muchos jóvenes en su afán de poder ser libres y volar solos, buscan de una u otra manera romper las reglas y valores del hogar para sentirse bien con ellos mismos y con su círculo de amistades.

Lo peor de todo viene cuando realizan algo indebido, no piensan en las consecuencias que esto puede acarrear, ni en el sufrimiento de las personas que los quieren, en esos momentos solo les interesa su satisfacción personal y nada mas, así, vemos como muchos adolecentes tienen doble personalidad, son unas personas muy tranquilas en sus hogares pero cuando salen de ellos son muy distintos, más agresivos, más osados, etc. Salen con la actitud del que todo lo pueden y nada los detiene, y si por azar del destino los descubren, simplemente se limitan a decir NO ME COMPRENDEN, NO ME ENTIENDEN, que se ha convertido en la excusa universal por excelencia. De modo que, a pesar de que puede ser un período de conflicto entre padres e hijos, la adolescencia también es un período para ayudar a los chicos a madurar a fin de que se puedan convertir en personas adultas únicas.

La mayoría de nosotros pensamos en la pubertad como la etapa en que se desarrollan las características sexuales propias del adulto, pero los chicos de entre 10 y 14 años (o incluso menores), pueden estar experimentando un montón de cambios que todavía no se pueden percibir externamente; ésos son los cambios de la adolescencia.

Muchos niños dan muestras de que ya han entrado en la adolescencia al hacer un cambio espectacular en la forma en que se relacionan con sus padres. Empiezan a separarse de mamá y papá y son más independientes. Al mismo tiempo, empiezan a ser más conscientes de la manera en que los ven los demás, especialmente los demás chicos de su edad, e intentan desesperadamente "encajar" en el grupo y ser aceptados. Los chicos de esta edad a menudo empiezan a "probar" cómo se sienten en diferentes apariencias físicas, estilos e identidades, y adquieren mayor conciencia de en qué difieren de los demás chicos de su edad, lo que puede provocar episodios de tensión y conflicto con sus padres.

Muchos estudios aducen a que estos conflictos entre padres e hijos se debe a una falta de comunicación, que si bien algunos son muy sobre protectores se limitan solo a eso, sobreproteger, y se despreocupan de otras necesidades de sus hijos, como lo son amistades y afectos. Otros hogares son muy autoritarios que piensan que con correazos, llamadas de atención fuertes y castigos ejemplares, se soluciona el problema, y es justo aquí donde este crece de manera alarmante.

He tenido la oportunidad de conversar con muchos adolecentes tanto varones como mujeres durante su etapa escolar (3° a 5° secundaria), todos con el mismo problema, sus padres los controlan mucho y no les permiten ciertos beneficios. A la pregunta ¿Qué pedirías a tus padres? La mayoría contesto: afecto, amor, comprensión y sobretodo saber escuchar; de todos con los que converse, la mayoría tenia al padre como mayor enemigo, como el autoritario, como aquella persona que por más que le plantees un problema siempre dirá que no, para ellos la madre es la más buena y comprensiva pero a la hora de los permisos es el padre el que toma la decisión final.

¿Durante la adolescencia son los padres el mayor obstáculo de un adolecente?
Pues sí, recordemos que los padres son el primer obstáculo a vencer, ya que ante la negativa de escuchar las necesidades de sus hijos, estos buscan otras alternativas para poder pasarlos por alto y cuando lo logran se sienten superiores y capaces de eludir los castigos que sus padres les den.
Uno de los estereotipos más comunes es la del chico rebelde e indomable que le gusta llevar la contraria a sus padres. Pero ese estereotipo no es en absoluto representativo de la mayoría de los adolescentes.
Lo que es innegable es que lo que busca un adolescente es lograr la independencia y para que esto ocurra, los adolescentes se tienen que separar de las figuras paternas sobre todo del padre con quien hasta ahora habían mantenido una relación más estrecha. Por eso puede dar la impresión de que los adolescentes siempre parecen discrepar de sus padres o que ya no quieren pasar tanto tiempo con ellos como antes.
A medida que van madurando, los adolescentes empiezan a pensar de modo más racional. Se están formando su propia escala de valores. Y los padres se pueden sorprender de repente, cuando los hijos empiezan a afirmar sus opiniones, incluso vehementemente y a rebelarse contra el control paterno.
Probablemente sea un buen ejercicio ver cuánto espacio le deja usted a su hijo para que sea él mismo, y formularse preguntas como: "¿Soy un padre controlador?" "¿Escucho a mi hijo?" o "¿Permito que sus opiniones y gustos difieran de los míos?"
Muchos padres han sido testigos de los berrinches de sus hijos cuando ellos han negado algún permiso, las caras largas duran días, el tono de voz de sus hijos es desafiante, sin contar con todos los malos deseos que nuestros hijos nos desean cuando les negamos algo, es por eso que antes de ser autoritario, los padres deben ser sabios.

Y, ¿Como reaccionan los padres?
De la misma manera que todos reaccionan, he dicho que no y váyase a su cuarto, luego de eso simplemente cambia el tema y sigue haciendo lo que normalmente suele hacer, total los padres siempre tienen la sartén por el mango y esto los hace invencibles ante cualquier berrinche.

Muchas veces me pregunto por qué los padres no dejan su papel de padres y se vuelven amigos y confidentes, por que esperamos a que nuestros hijos tengan problemas para escucharlos, porque no somos capaces de percibir cuando ellos nos quieren decir algo, porque juzgamos a sus amigos si son los mismos padres los que los empujan a tener amigos que muchas veces ni conocemos, pero que seguro saben mas de nuestros hijos que nosotros mismos.

No es acaso que nosotros mismos le damos libertades que después no podemos controlar, no es el uso del celular un claro ejemplo de esto, y es que si bien es cierto la tecnología se hizo para todos, no todos lo utilizan como es debido, ahora hay mil maneras de comunicarse, a través de mensajes de texto, chat, blogs, hi5, facebook, twitter, etc. Ante esta oleada tecnológica, ser autoritario y prohibitivo no sirve de nada, ya que es muy probable que nuestros hijos busque una de estas opciones para seguir en comunicación.

Algunos consejos para los padres

1. Infórmese: Lea libros sobre la adolescencia y recuerde como fue la suya. Es muy probable que recuerde su lucha contra el acné o la vergüenza que le daba estar desarrollarse "demasiado" pronto o "demasiado" tarde.

2. Hable con su hijo antes de que sea tarde Cuantos de nosotros hemos hablado con nuestros hijos sobre cambios corporales que han empezado a sufrir, cuantas veces no hemos aterrado a la pregunta cómo se hacen los niños. Si Ud. conoce a su hijo se dará cuenta que cuando empiece a contar chistes sobre sexo o que se preocupa más por su aspecto físico, será un buen momento para hacerle preguntas, como:
• ¿Has notado algún cambio en tu cuerpo?
• ¿Has tenidos sentimientos y/o sensaciones extrañas?
• ¿A veces te pones triste sin saber por qué?
Cuanto más retrase esa conversación, más probabilidades habrá de que su hijo se forme ideas equivocadas, y sienta vergüenza o temor ante los cambios corporales y emocionales que irá experimentando. Además, cuanto antes empiece a hablar abiertamente sobre estos temas, más probabilidades tendrá de mantener abiertos los canales de comunicación durante toda la adolescencia. Comparta con su hijo sus anécdotas en la adolescencia ya que para tranquilizar a un chico, no hay nada como saber que mamá o papá también han pasado por eso.

3. Póngase en el lugar de su hijo Sea Empático y ayúdele a entender que es completamente normal que esté un poco preocupado o que experimente un grado de timidez hasta ahora desconocido. Dígale que es normal que a veces se sienta "mayor" y otras como si todavía fuera un niño.

4. Escoja sus batallas El pelearnos con los hijos ante determinados cambios de moda es típico en la adolescencia. Si su hijo adolescente quiere teñirse el pelo, pintarse de negro las uñas de los pies o vestir de forma estrafalaria, tal vez merezca la pena pensarlo dos veces antes de objetar. A los adolescentes les gusta sorprender a sus padres, y es mucho mejor dejarles que lo hagan con cosas que son inofensivas y temporales. Guárdese las objeciones para las cosas que importan de verdad, como las drogas y el alcohol.

5. No baje sus expectativas Es esperable que a un adolescente le desagraden las expectativas que sus padres tienen sobre él, como por ejemplo el clásico dicho: QUIERO QUE SEAS MEDICO; INGENIERO,…, etc. El adolecente asume esto como una gran responsabilidad que a veces al no poder lograrlo los frustra y los deprime, es por eso que como padre debemos tener expectativas realistas, para que nuestros hijos intenten estar a la altura de las mismas.

6. Informe a su hijo y manténgase informado La adolescencia suele ser una etapa de experimentación y a veces esa experimentación incluye comportamientos arriesgados. No eluda los temas relacionados con el sexo, las drogas, el alcohol y el tabaco. Si conversa con su hijo abiertamente sobre estos temas antes de que se exponga a situaciones problemáticas, habrá más probabilidades de que su hijo actúe de forma responsable cuando llegue el momento.

7. Sepa identificar las señales de alarma Es normal que los adolecentes experimenten cambios durante la adolescencia, pero cambios demasiados drásticos o duraderos puede indicar que existe un problema que requiere ayuda profesional. Esté atento a si su hijo presenta una a varias de las siguientes señales de alarma:

  • Aumento o pérdida extrema de peso
    • Excesiva dependencia del celular
    • Problemas de sueño
    • Cambios rápidos y drásticos en su personalidad
    • Cambio repentino de amigos
    • Faltar a clase continuamente
    • Sacar notas bajas
    • Hablar o, incluso, bromear sobre el suicidio
    • Indicios de que fuma, bebe alcohol o consume drogas
    • Problemas con la ley
    • Depresión repentina
Otro comportamiento inadecuado que dure más de 6 semanas, puede ser un indicador de algún problema subyacente. Durante estas etapas, usted verá que su hijo presenta algún tropiezo en los estudios o su comportamiento en general.

8. Respete la intimidad de su hijo Para muchos padres, el respetar la intimidad de su hijo es algo que les cuesta muchísimo. Creemos equivocadamente que todo lo que hacen sus hijos es asunto nuestro también, y aca sale otra frase muy común en los hogares: Mientras vivas en esta casas haras lo que digo. Pero, si quiere ayudar a su hijo a hacerse adulto, deberá respetar su intimidad. Solo si detecta alguna señal de alarma que sugiere que su hijo puede tener problemas, tal vez no tenga más remedio que invadir su intimidad hasta llegar al fondo del problema. Pero, en caso contrario, debería mantenerse al margen.

En otras palabras, el dormitorio de un adolescente y sus llamadas telefónicas son privadas. Tampoco debe esperar que su hijo comparta con usted todas sus ideas o actividades. Por supuesto, por motivos de seguridad, usted debe saber siempre dónde está, qué está haciendo y con quién está su hijo, pero no necesita conocer todos los detalles. Y, por descontado, ¡no espere tampoco que le pida que lo acompañe!

9. Supervise lo que ve y lo que lee su hijo Programas de TV, revistas, libros, Internet Como ya lo dije anteriormente, los niños y chicos de hoy en día pueden acceder a un montón de información. Esté al tanto de lo que ve su hijo por televisión y de lo que lee. No tema fijarle límites sobre la cantidad de tiempo que puede pasar delante del televisor o del ordenador (computadora). Averigüe qué aprende su hijo de los medios de comunicación y con quién se comunica a través de Internet.

10. Establezca normas apropiadas La hora a la que su hijo debe acostarse ha de ser la adecuada para su edad, como cuando era un bebé. Recompense a su hijo por ser una persona digna de confianza. ¿Respeta la hora a la que debe llegar a casa por las noches? En tal caso, déjele volver media hora más tarde. ¿Debe un adolescente participar siempre en las salidas familiares? Usted debe decidir cuáles son sus expectativas y no sentirse ofendido cuando su hijo deje de querer salir tanto con usted como antes. Piense en su propia adolescencia y acuérdese de que probablemente usted sintió lo mismo con respecto a sus padres hace bastantes años.


¿Se acabará alguna vez?

A medida que vaya pasando el tiempo y su hijo se vaya aproximando al final de la adolescencia, usted notará cómo disminuyen los altibajos propios de esta etapa. Y, al final, tendrá un hijo independiente, responsable y comunicativo. O sea que recuerde el lema de los padres que tienen hijos en edad adolescente: ¡Estamos pasando por esto todos juntos y lo superaremos -juntos!


Johan Miguel Paulino Rojas
Estudiante de la facultad de Comunicaciones
Universidad San Martin de Porres
6° ciclo

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